Un texto literario es un mensaje que, a diferencia del diálogo normal y corriente
que realizamos a diario, constituye un mundo posible, un mundo creado por y solo en el lenguaje, y que debe ser aceptado tanto por el emisor como por el receptor. Así, por muy increíble que sea lo que se está leyendo, gracias a un pacto tácito entre ambos, lo que sucede dentro del texto se acepta como algo verosímil, algo creíble. Al igual que cuando entras a un cine y optas por creer lo que va a suceder en la película para poder disfrutarla, en el texto de Calasso aceptas que Atenea nace de la cabeza de Zeus, aunque esto no pueda ocurrir en la realidad.
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